Encontrar el nombre del proyecto no fue fácil. Mi emprendimiento anterior se llamaba Siete Colores y aunque soy una fanática empedernida de los arcoiris (y no está en mi mente dejar de serlo), este hermoso fenómeno natural es originado por una descomposición de la luz solar, del color mas puro, el blanco. Quizás durante mucho tiempo mi vida estuvo algo descompuesta y eso me representaba inconscientemente, pero hoy me encuentro de este lado del prisma, viéndolo todo más claro, y era muy importante para mí reflejar esta nueva etapa en el proyecto.
Byakko es una palabra de origen japonesa, que significa “tigre blanco”. Es un ser mitológico que se encarga de representar al punto cardinal oeste, y su elemento de referencia es el viento.
Los japoneses también están influenciados por la mitología china, donde llaman a Byakko con el nombre de BAI HU (luz blanca) y constituye uno de los cuatro símbolos de las constelaciones chinas.
Se cree que el Byakko es una feroz criatura de las nubes, responsable de tormentas eléctricas y que su rugido sería capaz de invocar la tempestad, pero no es un animal malo ni peligroso. Se dice también que el tigre blanco solo aparecía si el emperador legislaba con absoluta virtud o si había paz en el mundo.
Del brainstorming salió una infinidad de palabras, todas con grandes significados, pero ninguna que me representara tanto como esta. La pensé tanto y la elegí, como si estuviera en el registro civil eligiendo un nombre nuevo para mi misma, sabiendo que esto es parte de mi, que Byakko es el reflejo de todo lo que soy hoy.
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Sos hermosa. Te amo
Genial y Hermoso!